Trofeo y recompensa

Nuestro querido Javi, aguerrido y valiente, puso rumbo a la esperanza con todas sus fuerzas, emprendiendo un vuelo feroz para ir en busca de su meta soñada y así dar comienzo a una historia de vértigo. Él solito, sin ayuda mas que de sus ganas propias de empezar a vivir de manera independiente ejerciendo la verdadera vocación de su vida para la que estaba destinado desde que nació, su amada geología, desplegó sus alas y con vientos favorables se posó en un lugar donde todo era diferente y nuevo para él. Olores de otros mares, verdes de otra naturaleza y sabores exóticos le indicaban que el lugar era correcto, y pensó que allí podría comenzar su aventura. Con el ímpetu que da la ilusión de querer hacer bien las cosas fué de caza, oteó un horizonte de 360 grados, aspirando con profundidad y expirando con calma para lograr la seguridad que necesitaba, no se lo pensó dos veces, apuntó a todo lo que se movía, disparó suave y elegantemente...y... consiguió su trofeo.

Nosotros desde nuestros observatorios, le seguíamos la pista enviándole cada minuto, cada segundo, diariamente, fuerzas, ánimos y energía a distancia, porque le queremos y confiamos a ciegas en él, y Javi pisando fuerte un pie sobre su luna de Santiago de Veraguas, nos confirmó la victoria, asi que lo celebramos por todo lo alto y lo mismo que brindamos todos juntos en su despedida, volvimos a brindar por él con una grandísima satisfacción, dandole la bienvenida a su nueva vida y esperando con impaciencia el próximo brindis que será cuando volvamos a estar todos juntos de nuevo. Sólo me queda una duda, dónde será? en su casa...de Santurce?...o de Panamá?....yo preferiría esta última, me apetece mucho sentir la humedad del Pacífico en mi piel.

Lo sabíamos Javi, ahora, sin duda, eres el mejor.