Las cerezas de P au l
Cada vez que voy a Paul vengo encantada porque es un lugar de paz donde te sientes a gusto y relajado nada mas llegar. Mis entrañables cuñados están integrados plenamente en aquel entorno y la tierra les devuelve todo el cariño que ellos le dedican. Sus cosechas son generosas y sus alados: gallinas, gallos, patos, ocas...son alguien mas de la familia, sin olvidar a Dana, la pastor alemán mas noble e inteligente que hay en la zona. Solo hay que ver a todas estas aves cuando llega Jo x epe, cómo le llaman y salen a recibirle, es muy emocionante. Este año nos hemos puesto tibios a cerezas recien cogidas del árbol....ver aquellos cerezos teñidos de rojo ha sido inolvidable para nuestros ojos y nuestros sentidos: olfato, gusto....yo tengo unas pocas guardadas en licor y las disfrutaremos en Navidad. Aquí en la foto estamos hasta las orejas de jugosas cerezas.